Las microalgas azul-verdes Spirulina (Spirulina platensis), son microorganismos de una antigüedad calculada entre los 3.100 y 3.600 millones de años, casi coincidente con las primeras manifestaciones de vida en el planeta y, por consiguiente, se encuentran en base de casi todas las cadenas alimentarias que se desarrollaron con las eras a partir de ella. Aunque si bien el hombre es de aparición reciente, a través de su funcionamiento metabólico sabe reconocerlo como un alimento primigenio. La Spirulina constituye un alimento concentrado natural.
Es la fuente más rica en vitamina B12 conocida en la naturaleza (más de tres veces el contenido de la carne bovina); así como también contiene casi todas las vitaminas restantes del mismo grupo (B1, B2, B3, B6) en muy importantes cantidades. Completan su composición, considerables dosis de vitaminas E, inositol, ácido fólico, biotina y ácido pantoténico.
Las microalgas Spirulina complementan extraordinariamente los regímenes dietéticos, desactivando el estímulo del apetito al incrementar la producción de neurotransmisores -debido a su gran contenido de L-Fenilalanina y otros aminoácidos- que obran reduciendo el impulso de comer sobre los centros de la corteza cerebral.
Aporta simultáneamente aminoácidos esenciales y no esenciales en un perfil completo, vitaminas y minerales, los cuales son frecuentemente comprometidos con la reducción de la ingesta, tal como sucede con la adopción de diversos regímenes dietéticos hipocalóricos
Ingesta de 4 a 6 cápsulas diarias distribuidas durante las comidas principales. 2 ó 3 cápsulas durante el almuerzo. 2 ó 3 cápsulas durante la cena.
Frasco de vidrio reciclable conteniendo cápsulas de 300 mg c/u o polvo, alojado en bolsa de polipropileno metalizado biorientado estéril, con tapón de madera lustrada con laca sanitaria epóxida. Precinto termocontraible exterior biorientado. Cápsula de sílica-gel absorbente de humedad. Etiqueta con tintas y papel biodegradable.