La raíz de Ashwagandha es considerada un adaptógeno, un término relativamente reciente que define la capacidad que brinda una sustancia para ayudarnos a afrontar una situación adversa o cambiante, y que permite sobrellevarla en mejores condiciones.
La Ashwagandha facilita el sueño y ayuda a mitigar el insomnio. Se ha demostrado eficaz para disminuir el exceso de estrés.
Por su naturaleza revitalizante, se ha destinado a tratar estados depresivos y ansiosos leves y puntuales. En personas de edad avanzada se utiliza para frenar la pérdida de ánimos y de vitalidad, y para combatir la astenia.
Se destina asimismo al tratamiento del déficit de atención por hiperactividad nerviosa.
En la India, la Ashwagandha es usada comúnmente para despejar la mente y para favorecer la relajación mental.
Tratamientos con Ashwagandha pueden elevar de manera significativa los niveles de hemoglobina y eritrocitos (hematíes) en personas anémicas y convalecientes de una enfermedad.