El aceite de Orégano es para tratar infecciones por su acción antibacteriana y antifúngica, mejora la salud de la piel, alivia síntomas respiratorios como tos y resfriados, apoya la digestión y reduce la inflamación.
Es rico en antioxidantes y puede usarse externamente en la piel o internamente (siempre diluido), aunque se recomienda precaución y consulta médica para su uso, especialmente en niños, embarazadas o lactantes.